Fotografía extraída de la página del Centro de Documentación y Estadística.

#8MPy: ¿Por qué esta marcha es necesaria?

Gramo
El blog de Gramo

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Paraguay sigue siendo un país de distintas realidades y esto es notable cuando escuchamos las historias de cada una de las personas que pasó por Gramo. Por un lado, vemos un país que crece, que tiene éxito y se fortalece. Mientras que por el otro, tenemos aún realidades que duelen y en las que debemos impulsar a la acción.

Una de ellas es la lucha por los derechos de la mujer, que ha tenido ciertos avances, pero aún falta mucho por conquistar.

Las mujeres y la participación política:

En 1870, la constitución paraguaya garantizó el voto ciudadano, pero el código electoral excluía a las mujeres. Aunque en 1919 se presentó el primer proyecto de sufragio femenino, este derecho recién se les fue reconocido en 1961, casi 100 años después del hombre, siendo así Paraguay el último país de Latinoamérica en dar este paso, según datos del Centro de Documentación y Estadística.

En 1962, dos mujeres llegaron a ocupar escaños en el Congreso. Casi 30 años después, en 1989, fueron cuatro. Entonces, en 1996 se aprueba una ley que obliga a que el 20% de las candidaturas fueran para mujeres, pero aún así se mantenía la brecha.

Actualmente, la mayoría de los partidos políticos sitúan a las candidatas en lugares no elegibles o son minoría en las listas. En 2013, obtuvieron el 16,8% de los cargos parlamentarios, a pesar de ser el 50% del electorado paraguayo.

Conquista de las mujeres:

Materiales sobre “La conquista de las mujeres en Paraguay” de El Surtidor.

Mujeres violentadas por ser mujeres:

Además, según un informe en contra de la violencia hacia las mujeres, del Ministerio de la Mujer, “en Paraguay el 36% de mujeres entre 15 y 44 años de edad declararon haber sido alguna vez en su vida victimas de violencia verbal por parte de su pareja; el 17.9% dijo haber sufrido violencia física y el 5% de violencia sexual”.

El 4.1% de las mujeres encuestadas para este informe, “indicaron haber sido violadas alguna vez — perpetradas en el 53% de los casos por la pareja o ex-pareja; el 35% por otros familiares, amigos o conocidos; y, solo el 11% por un desconocido”. Además, solo 3 de cada 5 mujeres violentadas buscaron ayuda y solo el 15% de ellas acudió a una comisaría.

Ante todos los casos de violencia y el insistente reclamo de ellas por una ley que las proteja, en el 2016 se promulgó la ley “de Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de violencia”, la cual busca garantizar la seguridad para la víctima y toda su familia, y también aplicar una pena de 10 a 30 años en casos de feminicidio.

Asimismo, solo en enero de este año, hubo 6 casos de feminicidio en el país, según Última Hora, pero la cifra sigue subiendo.

Niñas esclavas:

Además, otra problemáticas que afrontan las niñas en nuestro país es el criadazgo, una forma de esclavitud moderna en la que familias de escasos recursos entregan a sus hijos a una familia pudiente, a cambio de que se le dé un techo donde dormir, comida y educación. Esto conlleva a que el niño haga trabajos domésticos interminables, siendo el sirviente de la familia, y sufra abusos o maltratos.

Marta Benítez, directora de Global Infancia, en conversación con Última Hora, afirmó que este abuso afecta mayoritariamente a las niñas. En Gramo, pudimos escuchar la historia de Tina Alvarenga, quien fue una criadita durante su infancia y hoy es defensora de los derechos humanos y activista social.

Objetos sexuales y no personas:

Muchas mujeres de todo el mundo caen en la trampa de la trata de personas, convirtiéndose en mercancías sexuales de la red de este crimen organizado. Paraguay no es la excepción. Estela Santander, nos contó cómo fue engañada por sus propios familiares para viajar a España en busca de nuevas oportunidades.

El mismo día de su llegada al país europeo, fue llevada a un prostíbulo para trabajar en contra de su voluntad. Confiesa que tenían que atender a más de 25 clientes por noche, desde las 5 de la tarde a 5 de la mañana.

Además, advierte que Paraguay es un país donde se puede reclutar víctimas muy fácilmente, por la falta de oportunidades e interés de las instituciones públicas.

Excluídas de la educación secundaria:

Bianca Soares y Palmira Mereles nos cuentan en su charla de Gramo, que el 75% de las mujeres en zona rural no accede a una educación secundaria, ya que son frenadas por embarazos no deseados, condiciones sociales y la pobreza. Ellas son egresadas del Centro Educativo Mbaracayú, un colegio ubicado dentro de la Reserva Natural del Bosque Mbaracayú, en Canindeyú.

Cuando se iba a arrancar con el colegio, la Fundación Moisés Bertoni, a cargo de la reserva, preguntó a los padres de la zona “Si tuviesen que elegir a su hijo varón o mujer para que vayan al colegio, ¿a quién eligirían?”, más del 90% prefirió al hombre.

Es por eso que el Centro Educativo Mbaracayú es exclusivo para mujeres campesinas e indígenas, porque busca romper paradigmas y dar oportunidades a las niñas. Este centro las capacita en distintas áreas, como sustentabilidad, turismo, agricultura, robótica, producción artesanal de productos, entre otras.

Que sus derechos sociales, políticos, sexuales y económicos de las mujeres sean respetados de manera plena es fundamental para que un régimen democrático pueda establecerse como tal. Si una mitad de la población es constantemente vulnerada, no podemos decir que las instituciones y la sociedad sean justas con todas las personas

Material sobre la marcha #8M del 2017 de Latitud 25.

Es por eso que este 8 de Marzo, paramos por ellas, por todas, para que el día de mañana este sea un Paraguay mejor para ellas. #OreKuñaRopyta #8M #ParoInternacionalDeMujeres

Artículo redactado por Gonzalo Recalde y Guadalupe Acosta.

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